Observando la realidad de muchos países, es difícil ver cómo gobernantes hacen y deshacen tanto con recursos económicos como naturales, imposibilitando el avance de un país y empujando a sus ciudadanos a tomar decisiones que cambian la vida de todo su entorno, tanto cercano como lejano, tanto desde el punto de vista familiar como desde el laboral, de modo que sumergen a una sociedad a formas de vida precarias y arcaicas.
Desde mi perspectiva, puedo considerar que emigrar, con carácter general, significa: Buscar mejor calidad de vida, con ello deduzco que el conformismo no es una situación cómoda para quiénes luchan día a día por tener condiciones de vida adecuadas a estos tiempos modernos.
Ahora bien, Gracias a la tecnología, la información está al alcance de un click, eliminando las fronteras entre los ciudadanos del mundo, gracias a ello, las comunicaciones se han vuelto más accesible, pudiendo mantenerse con ellas, el contacto con los seres queridos, que en el caso de los inmigrantes, siempre se busca hacer contacto con familiares y amistades.
Para emigrar hay que estar consciente, de que la vida cambiará 360 grados, y que se debe adecuar a las reglas del país que acoge, respetando las costumbres y dialectos de una nueva cultura; de modo tal, que para surgir en un país diferente al de origen, se debe empezar desde cero, aprendiendo desde el idioma hasta sus leyes, para poder lograr una adecuada integración en la sociedad. En fin, la acción de emigrar, conlleva una serie de tareas que se deben aprobar con una buena calificación, de esta forma, emigrar será sinónimo de Surgir y no de Lamentar.