Irlanda impone desde este martes nuevas restricciones al sector hostelero y del ocio para frenar la pandemia de coronavirus, lo que mantendrá cerrados los clubes nocturnos hasta, al menos, el próximo mes de enero.
El Gobierno de Dublín, de coalición entre centristas, democristianos y verdes, decidió la pasada semana endurecer las medidas de control al ocio y a los viajes, en respuesta a la aparición de la nueva variante Ómicron.
Las discotecas cierran sus puertas desde hoy hasta el 9 de enero, mientras que bares y restaurantes tienen un toque de queda fijado a medianoche y solo podrán servir a mesas de seis clientes como máximo.
Todas las actividades de entretenimiento, culturales, deportivas y comunitarias que tengan lugar en interiores deberán reducir su capacidad en un 50% y todos los participantes deberán llevar mascarilla y estar sentados.
Asimismo, los gimnasios, salas de cine y los teatros deberán desde este martes pedir el pasaporte covid, como ya hacía la hostelería, mientras que en las casas solo se podrán reunir personas de cuatro hogares diferentes.
FUENTES: PÚBLICO
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