Incluso si la vacunación se vuelve obligatoria y los no vacunados se inmunizan, exigir que todos se vacunen no resolverá la crisis de COVID-19 en Alemania. Se necesita otro cierre, opina Joscha Weber, de DW.
Cuando se trata de organizar su sociedad, los alemanes generalmente tienden a buscar el consenso. El sistema político se basa en el debate, lo que eventualmente le permite al país llegar a un acuerdo que la mayoría de la gente puede aceptar.
Ha habido pocas excepciones a esta regla, aunque algunos problemas han dividido al país. Lidiar con los más de un millón de refugiados que llegaron a Alemania en 2015 fue uno de ellos. Hoy, la cuestión de la vacunación obligatoria contra COVID-19 se ha convertido en otro emocional debate que divide al país.
Algunas personas se han pronunciado a favor de exigir la vacunación, mientras que otras están estrictamente en contra. Varias encuestas recientes muestran una mayoría más o menos clara de personas que apoyan la vacunación obligatoria.
Según la revista Der Spiegel se trata del 72%, para YouGov del 69% y la emisora pública ARD indicó que un 57% de las personas en Alemania la apoyan. Sin embargo, una encuesta de periódico Bild muestra que 70% está en contra de la medida.
Pero independientemente de qué conjunto de estadísticas sea el correcto, ahora esel momento absolutamente equivocado para un debate sobre la vacunación obligatoria.
La vacunación forzada no frenará la ola
Los contagios por coronavirus están explotando en Alemania y los casos entre niños alcanzan niveles vertiginosos. Algunos hospitales ya están sobrecargados y enfrentan la posible necesidad de aplicar un triaje a los pacientes. Más de 100.000 personas en Alemania ya han muerto a causa del COVID-19 y Christian Drosten, uno de los principales virólogos del país, ha advertido que habrá 100.000 muertes más, hablando de forma conservadora.
Alemania, un país que hasta ahora había sido impactado en forma relativamente ligera durante esta pandemia, se encuentra en un abismo de coronavirus. ¿Podría la vacunación obligatoria prevenir lo peor? Desafortunadamente, la respuesta es no.
Hay que verlo en términos concretos: incluso si se impisieran las vacunas obligatorias la próxima semana, lo que con la transición en curso del antiguo al nuevo gobierno alemán es muy poco probable, e incluso en circunstancias ideales, pasarían meses hasta que los no vacunados obtengan citas para su primera y segunda dosis, e incluso más tiempo antes de que estén completamente protegidos.
Y eso solo si las personas que no quieren las vacunas deciden inmunizarse en primer lugar, lo que también es poco probable. Dado que varias decisiones catastróficas de gestión han limitado el suministro de vacunas de Alemania para las inyecciones de refuerzo, que aún deberían administrarse junto con las vacunas obligatorias, es probable que se produzcan retrasos adicionales, por decirlo de forma suave.
No se puede permitir que la desinformación gane
Incluso si la legislación que obliga las vacunas pudiera hacer frente a los desafíos constitucionales que sin duda se presentarían, vendría con varios efectos secundarios negativos.
Los que se oponen a las vacunas se sentirían marginados. Si bien algunos pueden decir que es su propia culpa, muchas de las personas que ahora se sienten excluidas de la sociedad y estigmatizadas son susceptibles a los mensajes que prometen una salida, y los populistas y teóricos de la conspiración saben cómo aprovechar esto.
Si todas las promesas de los políticos de que las vacunas siempre serían voluntarias se evaporaran repentinamente en el aire, los populistas y traficantes de teorías de la conspiración ganarían. Verán la verdad en las ficciones de una conspiración entre los políticos, la industria farmacéutica y los medios de comunicación para forzar a todos a vacunarse. Esto daría como resultado una minoría no tan pequeña de personas que le darían la espalda al gobierno y la democracia.
También hay otra razón para oponerse a la vacunación obligatoria: los cálculos muestran que el efecto sería pequeño en comparación con otras medidas. Un equipo de matemáticos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Mittweida, en Sajonia, Alemania, creó un modelo que tuvo en cuenta varios factores, incluyendo la eficacia de las vacunas y lo contagioso de las variantes de COVIF-19, para determinar qué medidas funcionan mejor para detener la propagación del virus. El resultado mostró que incluso si las vacunas obligatorias comenzaran el lunes, habría mucho más de dos millones de infecciones agudas por coronavirus en Alemania.
Una verdad impopular: «Solo otro cierre ayudará”
El debate sobre la vacunación obligatoria es una distracción de la pregunta real: ¿cuánto tiempo pasará hasta el próximo cierre? Solo si se limita severamente el contacto con otras personas se puede detener la rápida propagación actual del virus. Es una verdad impopular que nadie quiere oir debido a cuánto afecta todos los aspectos de la vida. Pero no hay forma de evitarlo.
No hay forma de evitarlo porque estamos hablando de la vida de la gente. Si continuamos bajo las regulaciones actuales, Alemania puede esperar ver 300.000 muertes más, 300.000. Este es un número increíble.
Sí, es solo una estimación determinada con un modelo de ecuación diferencial elaborado por Kristan Schneider, de la Universidad de Mittweida, pero es una que hace suposiciones realistas. La vacunación obligatoria por sí sola, según sus cálculos, solo ayudaría a mediano plazo e incluso eso viene con condiciones. Más de 200.000 personas aún podrían terminar muriendo.
«Las restricciones de contacto son la medida más eficaz que tenemos. Solo otro cierre ayudará ahora», es la conclusión de Schneider.
Es por esto que Alemania necesita pisar el freno de emergencia e imponer un cierre. La vida de cada persona es valiosísima. Esto debería ser algo en lo que todos en Alemania pueden estar de acuerdo.
FUENTE DW
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